| ES. La Manzana Verde es un proyecto piloto de regeneración urbana, dentro del marco del Programa MED de Cooperación Territorial de la Unión Europea. La Manzana Verde de Málaga abarca una superficie total de unos 94.000 m2, en el que desarrollamos el proyecto de urbanización para 35.000m2 de espacios libres. Siguiendo la agenda propia de Studio Wet, visualizamos estos espacios verdes de la Manzana Verde como parte de un sistema más amplio de infraestructuras hídricas, entendiendo estas tanto desde su componente programática como desde su componente formal. La comprensión de esta dualidad solo es posible cuando evidenciamos el modelo de gestión del agua, en este caso un Sistema Urbano de Drenaje Sostenible, que se concreta en drenes filtrantes, jardines de lluvia y pavimentos permeables. Con este tipo de SUDS podremos equilibrar el frágil reciclaje de los recursos hídricos, incluso en aquellos episodios lluviosos más violentos que son previsibles en el marco del inexorable cambio climático. Hacemos visible aquí y allá este sistema, confiando en la geometría como un patrimonio técnico también del paisaje. Estos drenes y pavimentos filtrantes trazan un recorrido diagonal Este-Oeste entre los edificios, en un tránsito donde la geometría se desdibuja en su contacto con las plantaciones mediterráneas, conformando unos jardines pétreos irregulares que nos recuerdan unas ramblas. Incluso bajo un nombre tan evidente como la “Manzana Verde”, estamos aún obligados a cuestionarnos los conceptos naturaleza, ecosistema, o sostenibilidad, para que estos términos incluyan a la actividad humana no como meros espectadores o "conservadores". El paisaje ha de ser el de la cultura de hoy, y no una imagen congelada de una Arcadia Mediterránea ya hace tiempo perdida. Proponemos este espacio cultural en transición, donde es visible tanto el proceso urbanizador como el impacto del cambio climático, sin ocultar ninguno debajo de la alfombra. Estas decisiones se formalizan en la letra pequeña, en la experiencia volumétrica que acaba definiendo tanto la elección especies vegetales (su fitofenología y su morfología) como la elección de los materiales. Las especies vegetales revelan ya hoy una transición desde especies vegetales autóctonas de este lado del mediterráneo a otras semidesérticas que pueden ser consideradas alóctonas. Es posible que un bosquecillo de acacias o un jardín pétreo en el que asoma una datilero del desierto no se ajuste a la imagen canónica del mediterráneo en Málaga, pero pensamos que hemos de confrontarnos ya con esa otra estética natural que a menudo se mira por encima del hombro. Estas especies, junto a acebuches, encinas, alcornoques y flora arbustiva mediterránea se yuxtaponen y confrontan en un espacio natural que busca la belleza en la competición natural, y en la satisfacción de revelar sin ambages la transición de unos a otros paisajes. Esta misma estrategia es aplicable a las zonas “artificiales”, ya que no hacemos una distinción moral entre unas y otras. Con casi un 60% de los espacios libres de la Manzana Verde ocupados en la actualidad por la playa de aparcamientos de autobuses de la EMT, proponemos hacer un ejercicio de reciclaje de la memoria. Para ello planteamos reutilizar in situ parte de esta playa de asfalto, siendo consciente de que cada m2 nuevo de pavimento tiene una huella ecológica que comienza en la demolición de lo pre-existente. La experiencia paisijística en estos espacios acotados no transitables la define la roturación selectiva de asfalto, en cuyos intersticios de la roturación crecerán distintos tipos de gramíneas y pequeñas arbustivas en una suerte de jardín reciclado análogo al de los jardines pétreos. |
